Analizando nuestra idea de Belleza:

¿QUÉ SE ENTIENDE POR ELEGANCIA?

“La belleza y la elegancia son conceptos subjetivos. El vestuario y lo físico para unos, un orden moral para otros”

Todos tenemos una visión diferente de la elegancia, seguramente le acompañe a usted un concepto muy personal. ¿De qué se trata? ¿Será una actitud de apariencia o de una cualidad interna? ¿Se aprendió o es innato?.
No hay nada mejor que la belleza, ella atrae, seduce y fascina. La belleza puede evocar la gracia de la naturaleza, pero también un TOP de vestuario, o, en otro terreno, el comportamiento que revela ciertas cualidades humanas.
Para algunos representará la meta para llegar a distinguirse del común de los mortales: aquí, en esta posición, se aborda una dimensión de la apariencia física que despierta un juicio estético hecho de atracción, de placer, de emoción o de admiración. La elegancia aquí se presenta como un tipo de ideal que transfigura la realidad cotidiana.
La elegancia natural no necesita ni de brillos ni de trapos. La gracia está en el gesto, un porte y posición corporal muy especial, la armonía de las formas y de los movimientos, en fin, un encanto innato, presencia, clase y distinción. De paso, nos estamos deslizando imaginariamente por el estereotipo “lo que es bello es bueno”. Hombres y mujeres dotados de esa gracia son percibidos como seres talentosos, más fuertes, dignos de despertar confianza y dignos de ser amados, capaces de tener éxito en la vida y más dispuestos para la felicidad. Esta forma de elegancia, don de la naturaleza, toca a todas las bandas de edad y a todas las categorías socioprofesionales y no se adquiere. Esta forma de elegancia sobresale de lo que uno recibe de herencia.
Ahora, si usted es de las elegantes en la apariencia del vestir le cuento que esto resulta de la búsqueda personal para lograr entregar, a través de los hábitos y los brillos, una imagen de sí positiva y, que la van a conducir a las mismas gratificaciones de la elegancia natural. Se percibe como un valor social que asegura el prestigio distinguiéndose del común de las personas y que, además, despertará la envidia o la admiración. Este modelo, fuera de lo común, destinado a ser imitado como en los ejemplos de Coco Chanel o Jacky Kennedy.Está también la elegancia del alma, esta actitud no está en la apariencia y existe a través de la generosidad, el amor, la gratitud, etc. Este comportamiento privilegia los valores en la relación de sí para con los otros. Este terreno es diferente, hablamos de la “belleza del gesto” que nace del placer de ayudar.