martes, 20 de enero de 2009

EL FENOMENO LOLITA

“Mechas de colores, uñas azules y ombligos al aire son los tips de estas vampiresas de bolsillo que estrenan su primer peto entre los 8 y 12 años. ¿Qué está sucediendo con nuestras niñitas?. Nosotros, los padres,¿encontraremos la dosis justa de lo permitido y lo prohibido?

De los buzos, polerones y zapatillas de alegres colores y dibujos infantiles estamos siendo sorprendidos de pronto con la apertura de un nuevo espacio que los fabricantes de cosméticos y de la moda, para ganar clientela, han sumergido a este grupo de niñas en esta tendencia que las mantiene aceleradas: los sueños de estrellas. De las tiendas desaparecieron las tallas 10, 12 y 14 etiquetando ahora con XS, XXS, 30 y 32 valorizando así a aquellas que no desean ser consideradas como un bebé. Hoy día las niñas están asistiendo en directo, TV, clips, revistas... al nacimiento de estrellas en miniatura y se identifican con una imagen ganadora.
Esta figura que impone una niña de 8 años es la que niñas de 15 o más desean imitar, en la que bustos y glúteos desaparecen dando lugar a costillas que cubren ceñidas poleras y caderas a la vista. Pasó la moda de la Marilyn Monroe y la figura melancólica de una hippie de los 70 toma su lugar. Las edades de 8, 12, 18 parecerán iguales, es el fenómeno “lolita” tomando el nombre de este fantasma del hombre del relato del novelista Nabokob, en el que relata la tormentosa relación sexual entre una preadolescente y un hombre de edad madura.
Este juego ingenuo, será de responsabilidad de nosotros los padres calmarlo, en las cabecitas de nuestras pequeñas de 8 años no hay esta implicación sexual y están lejos de un objetivo de provocar. Las hemos visto desde los tres años jugar a la mamá y a la cocina, ya a los 6 años estos juegos de imitación son para guaguas y dan paso a las muñecas Bratz y las Diva Star que son una peligrosa imitación: cabezas grandes y cuerpos delgadísimos premunidas de ropa definitivamente propia de una adolescente. La demanda crea la oferta, es así como el mercado se ha preparado para esta nuevo segmento comprador donde la protagonista es nuestra hija de 8 años,
Los sicólogos y siquiatras han entregado su opinión advirtiéndonos del peligro, evite satisfacer todos sus caprichos, pero sin decepcionarla, aunque parezcan físicamente adolescente son todavía nuestras niñitas y son todavía disciplinables: no permita que compre sus vestimentas sola, enséñele que el valor de una persona no está en la apariencia. Tome ventajas en la balanza, entre la uniformación cultural entregada por los medios y los valores entregados por la familia y el colegio proponiendo otras referencias: alimentación saludable, deportes, ballet, catequesis, talleres de arte, excursiones scout o música diferente.
Pareciese que la juventud comienza a los 8 años. No lo permita. A los 15 años esta misma niñita sentirá que su niñez fue vacía y se negará los próximos pasos que le tocan por lógica vivir pasando a ser adultas y no corresponde. Vigilemos y acariciemos a nuestras guaguas.

No hay comentarios: