martes, 20 de enero de 2009

Salud:

SU VOZ PIDE LA PALABRA

Y usted, ¿se ha dado el tiempo para escuchar su propia voz? Las cuerdas vocales merecen ser preservadas. Al fin y al cabo, estarán a su servicio por toda su vida.

La emisión del sonido o timbre vocal es la marca inconfundible de cada uno de nosotros. Las cuerdas vocales que se ubican en la laringe producen una energía sonora y, que ayudan como caja de resonancia, la faringe, las fosas nasales y la boca. Otros órganos que componen el aparato fonador, sean ellos los pulmones, los bronquios y la tráquea forman una corriente de aire lo que permite la salida del sonido.
Mucha gente ni se da cuenta de los cambios de su propio timbre de voz. Si usted le prestara atención a algunas alteraciones sonoras puede llegar a identificar disturbios que van desde una ronquera en estado inicial al cáncer. Algunos cuidados podrían garantizar la salud de su voz y también retrasar su envejecimiento. Sí, porque como todo en su cuerpo, la voz también envejece.
Es en la pubertad cuando ocurre una de las principales alteraciones, es lo que llamamos el cambio vocal: en los hombres, el timbre queda más grave en una octava; en las mujeres, hay un cambio de cuatro tonos. Como a los 18 años las cuerdas vocales, ya maduras, adquieren el timbre personal o marca registrada de cada uno de nosotros. El auge de vitalidad ocurre entre los 25 a 45 años, de ahí en adelante las hormonas y el desgaste causado por el tiempo interfieren, lenta y progresivamente, en la elasticidad y el movimiento vibratorio de esas cuerdas.
Toda alteración –como ronquera, carraspera, sensación de hinchazón, dificultad para tragar y ardor-, prolongados por más de dos semanas merece la atención del médico especialista. La prevención es simple, el primer paso consiste en apartar los dos principales enemigos de la voz: el cigarro, responsable del 95% de los casos de cáncer de laringe y, el reflujo gastroesofágico. Este disturbio se caracteriza por el exceso de acidez en el estómago que alcanza a las cuerdas vocales provocando irritación.
Hablar durante el ejercicio, trote o caminatas rápidas aprieta las cuerdas vocales. Deje de hablar alto, gritar, susurrar o conversar en ambientes bulliciosos, forzando tonos agudos y graves. Evite el aire acondicionado, reseca la mucosa vocal. En exceso, el alcohol que es un vasodilatador, puede romper los vasos sanguíneos de las cuerdas vocales. En cuanto a la comida: miel, leche, café y chocolate en exceso aumentan la viscosidad de la mucosa provocando carraspera. En cambio, dele la bienvenida a las masas, que actúan como astringente y tonificante de sus cuerdas. Articule muy bien las palabras y desenvuelva una impostación y ritmo de hablar natural, son medidas que evitan la formación de nódulos y pólipos. Al final, un timbre de voz agradable ¿a quién le molesta?, es un punto a favor en cualquier situación y causa la mejor de las impresiones. Cuide esas cuerdas vocales y prologue la juventud de su voz.

CONSEJO:
No menosprecie la importancia de cuidar la salud de su voz. Al fin y al cabo, es el instrumento de trabajo para mas del 25% de la población mundial: cantantes, telefonistas, actores, locutores, vendedores, profesores y tantos otros que hacen de ella su sustento.

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