miércoles, 21 de enero de 2009

Salud

LOS PELIGROS DEL AZÚCAR
Para la mayoría de nosotras el azúcar representa el amor y la dedicación. Cuando nacemos a este mundo nuestro primer alimento fue la lactosa o leche azucarada por lo que contemplamos que el ansia de azúcar o alimentos dulces sería como un retorno a la energía materna que simboliza la comodidad y la seguridad y necesitamos consumir algún alimento dulce para sentirnos completamente saciadas o satisfechas. Es más, inconscientemente perpetuamos este patrón con nuestros propios hijos demostrando nuestro afecto y recompensándolos mediante productos azucarados.
Nuestras festividades tienen el epicentro en el azúcar: tortas para el cumpleaños, pan de Pascua, Torta de Bodas... la lista sería infinita. Y nuestro propio lenguaje muestra esta mentalidad: “... que niño tan dulce” “... me besó con dulzura”. La ecuación es clara: dulzura = amor.
El excesivo consumo diario de azúcar suele convertirse en el primer hábito compulsivo de quién más tarde desarrolle una adicción. El azúcar simple o glucosa es un combustible empleado por nuestro cuerpo, células y cerebro; parte de la glucosa se almacena en el hígado y e los tejidos musculares como glucógeno para ser empleado con posterioridad. Si hay exceso de azúcar se transformará en grasas para quemar en los períodos de hambre o escaso consumo de calorías. Deberemos vigilar la frecuencia, cantidad y tipo de azúcar que ingerimos evitando los productos preparados siempre que sea posible ya que muchos especialistas sostienen que el azúcar puede ser el origen de muchas dolencias: los alimentos dulces satisfacen rápidamente, con lo que tienden a sustituir a productos más nutritivos y a debilitar la salud de los tejidos y la resistencia del organismo a las enfermedades.
Está demostrado que una pequeña cantidad de azúcar basta para reducir la actividad antibacteriana o fagocítica de los leucocitos durante 5 horas. El excesivo consumo de dulces origina problemas digestivos. Durante el período premenstrual es común las ansias de azúcar, siendo el chocolate la opción más deseable, y entre las consecuencias se encuentran rápidos cambios de humor que pueden llevar a la ira o a la depresión.. Los dientes son particularmente vulnerables a los efectos destructivos del azúcar. La bibliografía médica, hace ya más de 20 años, que nos viene advirtiendo de la relación del consumo de dulces y la aparición de cólicos crónicos, diarreas y calambres intestinales durante la niñez.
En la segunda parte analizaremos la voz de aviso de nuestros psicólogos respecto al abuso de consumo de alimentos elaborados dulces por nuestros niños y una enseñanza del cómo ir reemplazando en forma lenta la indiscriminada ingesta de azúcar.

DATO:
El excesivo consumo de alimentos azucarados conlleva a la formación de caries en nuestros infantes, de no poner atajo a esta situación podría degenerar en dentaduras deterioradas hasta lo irreparable durante la vida adulta.

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