miércoles, 14 de enero de 2009

EL SOL: ¿AMIGO O ENEMIGO?

Por fin las mujeres comenzamos a entender que, si no queremos envejecer en forma prematura, hay que protegerse del sol. Hace ya como 20 años que los medios de comunicación nos han venido insistiendo acerca de que el exceso de sol puede ser perjudicial para la salud y que sus efectos a largo plazo pueden ser muy peligrosos, sobre todo para nuestros niños. A pesar de eso muy pocas de nosotras se resisten al placer del calor y la tonalidad que producen los rayos del sol. Antes de irnos un fin de semana a la playa o a la cordillera sería bueno recordar las ventajas y desventajas de la luz solar.

Desde el 15 de septiembre al 15 de Marzo, en el hemisferio Sur, los rayos solares inciden con más intensidad y en un espacio de tiempo entre las 12 y las 16 horas; es en este período cuando debe usted extremar las precauciones de protección contra el sol según sea su tipo de piel y la resistencia a los rayos solares, sean estos A, B o C. Los primeros son los que broncean la piel y producen su envejecimiento, sus efectos son acumulativos y son notorios con el paso del tiempo, Recuerde que el bronceado no es más que un mecanismo de defensa de nuestra piel: al exponerla al sol, los melanocitos que son las células encargadas de fabricar pigmento llamado melamina, empiezan por producirlo en gran cantidad, dando color a la piel en forma progresiva

El bronceado es una barrera de protección natural que es capaz de absorber hasta un 90% de la radiación ultravioleta de tipo A (UVA), esta logra amortiguar las quemaduras solares pero no los efectos sobre el envejecimiento y el desarrollo de cánceres cutáneos. Si usted tiene una prolongada exposición al sol, no piel no tendrá tiempo de fabricar melamina para protegerse, con lo cual la radiación alcanzará las capas más internas de la epidermis produciendo su progresivo e irreversible deterioro. Pero “ojo” con el UVB si su tipo de piel pertenece al fototipo I, II o III, de pieles claras, ya que tras las primeras exposiciones solares, producen un enrojecimiento intenso de la piel con desprendimiento de la capa más superficial. Las quemaduras y el cáncer de la piel son debidos a estos rayos. En cuanto a los rayos UVC ya sabemos que en Chile hay sectores altamente peligrosos por la ausencia de la capa de ozono en la atmósfera que los absorbía.

En cuanto a las precauciones use anteojos solares de buena calidad, vístase con ropa clara de fibra natural (algodón, lino, etc), no tenga temor en “hacer el loco” y póngase un sombrero de ala ancha. La primera exposición al sol debe ser de 10 minutos en dosis progresivas aumentando 5 minutos cada vez y siempre en movimiento. Antes de tomar el sol evite tomar medicamentos y nunca coloque colonia o perfume sobre la piel. Beba agua en pequeñas cantidades mientras está expuesta al sol para después darse una ducha con agua fresca sin jabones ni esponjas y aplique una leche hidratante.

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