“La franja ultravioleta, que es biológicamente más activa, sólo representa el 1% de la radiación que llega a la tierra”
En 1929, la famosa diseñadora de moda, Coco Chanel, puso de moda la piel bronceada. Como consecuencia, el mar y el sol ya no se consideraban una “medicina” sino un autentico “placer” y una “moda” que se extendió de forma progresiva hasta alcanzar su punto culminante en la década de los setenta, cuando las condiciones socioeconómicas permitieron las vacaciones al sol para casi todos.
A partir de este cambio de hábitos en la exposición solar, empiezan a surgir los primeros signos de alarma sobre lo que se puede suponer para la salud una exposición incontrolada. Comienzan a elaborarse normas para que se haga de forma adecuada y que permita disfrutar del sol minimizando al máximo sus potenciales efectos nocivos que, afortunadamente, a través de los medios de comunicación se ha ido imponiendo y propagando medidas de protección adecuadas.
No está demás el que le recuerde algunas medidas de foto protección para sus vacaciones, el empleo de filtros solares es hoy imprescindibles y sólo serán de utilidad si se usan correctamente siguiendo las siguientes indicaciones:
Utilice un índice igual o superior a 15.
Aplique 30 minutos antes de la exposición y renuévelo cada dos horas, incluso tras cada inmersión.
Aplíquelos también en días nublados y nunca en niños menores de seis meses.
No querrá usted saltar de la quemadura o eritema solar al bronceado, pasando por el peligroso envejecimiento cutaneomucoso que es diferente al envejecimiento debido al paso del tiempo, también pasa por el fotoefecto en los ojos con un incremento en la formación de cataratas entre otros males oculares. La voz de alerta suena fuerte cuando hablamos de fototoxia, fotoalergia, fotodermatosis agudas idiopáticas y fotocarcinogénesis dejándola a la sombra usando ropas y sombreros protectores durante sus ansiadas vacaciones.
Cuídese y disfrute del maravilloso sol que es imprescindible para la vida en la tierra, este interviene en nuestros biorritmos, en muchos fenómenos fisiológicos neuroendocrinos, en la fotosíntesis de la provitamina D a partir del 7-dehidrocolesterol que tiene lugar en la epidermis por acción de la banda UVB. Tratamientos de la psoriasis, vitiligo, linfoma cutáneo de células T entre otras enfermedades del campo de la dermatología emplean el sol por su eficacia con mucho éxito.
En 1929, la famosa diseñadora de moda, Coco Chanel, puso de moda la piel bronceada. Como consecuencia, el mar y el sol ya no se consideraban una “medicina” sino un autentico “placer” y una “moda” que se extendió de forma progresiva hasta alcanzar su punto culminante en la década de los setenta, cuando las condiciones socioeconómicas permitieron las vacaciones al sol para casi todos.
A partir de este cambio de hábitos en la exposición solar, empiezan a surgir los primeros signos de alarma sobre lo que se puede suponer para la salud una exposición incontrolada. Comienzan a elaborarse normas para que se haga de forma adecuada y que permita disfrutar del sol minimizando al máximo sus potenciales efectos nocivos que, afortunadamente, a través de los medios de comunicación se ha ido imponiendo y propagando medidas de protección adecuadas.
No está demás el que le recuerde algunas medidas de foto protección para sus vacaciones, el empleo de filtros solares es hoy imprescindibles y sólo serán de utilidad si se usan correctamente siguiendo las siguientes indicaciones:
Utilice un índice igual o superior a 15.
Aplique 30 minutos antes de la exposición y renuévelo cada dos horas, incluso tras cada inmersión.
Aplíquelos también en días nublados y nunca en niños menores de seis meses.
No querrá usted saltar de la quemadura o eritema solar al bronceado, pasando por el peligroso envejecimiento cutaneomucoso que es diferente al envejecimiento debido al paso del tiempo, también pasa por el fotoefecto en los ojos con un incremento en la formación de cataratas entre otros males oculares. La voz de alerta suena fuerte cuando hablamos de fototoxia, fotoalergia, fotodermatosis agudas idiopáticas y fotocarcinogénesis dejándola a la sombra usando ropas y sombreros protectores durante sus ansiadas vacaciones.
Cuídese y disfrute del maravilloso sol que es imprescindible para la vida en la tierra, este interviene en nuestros biorritmos, en muchos fenómenos fisiológicos neuroendocrinos, en la fotosíntesis de la provitamina D a partir del 7-dehidrocolesterol que tiene lugar en la epidermis por acción de la banda UVB. Tratamientos de la psoriasis, vitiligo, linfoma cutáneo de células T entre otras enfermedades del campo de la dermatología emplean el sol por su eficacia con mucho éxito.
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