martes, 20 de enero de 2009

Ante el bombardeo de dietas

LOGRE UN CAMBIO EN SU ALIMENTACIÓN


¿Le gustaría saber si puede sentirse más sana y con mayor energía si se alimenta de un modo diferente? Antes de que se prepare para iniciar la dieta que esté de moda haga una lista de los alimentos que le gusta comer y cuales son los factores que influyen en su selección. Anote todo, no se haga la lesa ni pase por alto las golosinas, alimentos ricos en sal o grasa como para darse un premio. Pregúntese si come aunque no tenga hambre. No olvide los alimentos a que recurre cuando está deprimida, enojada o molesta. ¿Siente en ocasiones nostalgia por algunos alimentos que asocia en su niñez, a sus fiestas de cumpleaños o al premio del helado cuando paseaba con su papá? ¿Come más cuando está sola o cuando está con otros? ¿Y con quién?

Cuando termine esta lista seguramente quedará pensativa. Algo no anduvo bien y usted sola encontrará la respuesta. Será la hora de hacer algunos cambios y no será del todo fácil llevarlos a la práctica. Experimente con una cosa cada vez, para que no se sienta tan presionada: ” desde hoy cambiaré las harinas blancas por harinas integrales”, por ejemplo. Así, poco a poco, se ayudará a superar la resistencia si le toca cocinar para su familia y le concederá tiempo a su sistema digestivo para los nuevos ajustes y, de este modo, no eche de menos a lo que estaba tan acostumbrada.
Considere su alimentación como parte de un todo. Ingerir buenos alimentos, es sólo una parte, aunque muy importante, de su alimentación. Usted necesitará mantenerse activa para ayudar a su sangre y a los líquidos linfáticos a distribuir mejor los nutrientes entre las células y donde sea necesario. Adiós al sedentarismo y salga a caminar: el movimiento y el ejercicio desempeñan un papel destacado en la regulación del metabolismo.
Si un día “se cae” con excesos de alimentos ricos en grasa y carbohidratos no se juzgue tan mal por ser glotona con estas comidas tan poco saludables. Sólo “caerán en el castigo” las personas que tienen problemas para regular el azúcar de su sangre, como sucede con la diabetes o la hipoglucemia. Haga con calma la lista del supermercado pensando en lo que va a comer las próximas dos semanas. Dese el tiempo necesario y encontrará el equilibrio de lo que más le conviene.


DATO CURIOSO: La Gioconda debió reducir los azúcares refinados y aumentar los carbohidratos naturales. En su dieta redujo además el porcentaje de grasa y, cuando fue al supermercado, sólo eligió etiquetas que especificaban como ingrediente los aceites vegetales. Aumentó el consumo de pescado y le quitó la piel al pollo (25% de grasa). Se preparaba platos vegetarianos y prefería las legumbres. Sustituyó la leche entera por yogurt diet y sólo dos veces a la semana comía carnes rojas. Cuando llegó a su peso normal sólo mantuvo la sonrisa que inspiró al pintor.

No hay comentarios: